domingo, 16 de noviembre de 2008

Las tardes al Rol...

La heroína se dirigía a su siguiente destino por aquel oscuro pasillo, sin darse cuenta de que estaba siendo observada por aquella criatura. Un paso más la llevó a casi pisar una de las garras de la misma, la cual no veía en la total oscuridad de aquel lugar, mas no legó a hacerlo: con un rugido aterrador la criatura se abalanzó sobre ella, clavando profundamente sus garras en la tiena carne, lo cual hizo que la muchacha soltase un grito tanto de sorpresa como de dolor...

Aunque suena genial, no, no es parte de nuestra partida de Rol de toos los domingos, sino que es, a grandes rasgos, el relato de mi desafortunado encuentro en un oscuro pasillo de la casa en la que jugamos con Furfy, el gato de los dueños.

Total, que tengo unos cuantos agujeros de más en la pantorrilla, que escuecen como los mil demonios.

2 comentarios:

Edel dijo...

Jejejeje, esto me resulta extrañamente familiar.

Fenix dijo...

Si, si, pero seguro que el gato ese tendría mas fuerza que Yami, pero no creo que hiciera furtivos :P