miércoles, 15 de septiembre de 2010

~ Sembrando Sal ~

~ Martillo-de-Fenris / Hoja-de-Hierba ~
Los chillidos de Hoja se oían por todo el claro y Martillo sólo podía taparse los oídos.

—¡Llevatelo! ¡Llevate esa cosa de aqui!

—Hoja, escucha... es tu hijo... nuestro hijo.

Hoja estaba horrorizada, negándose a mirar a la criatura que Martillo sostenía. El pequeño era tan horrible que hasta a Martillo se le revolvían las tripas al mirarlo, pero... ¿dónde estaba el instinto maternal de Hoja?

—Hoja...

—¡Llevatelo! ¡Dejalo en el bosque! ¡No quiero verlo, no lo quiero cerca! ¡¡Aléjalo de mi!!

Martillo agachó la cabeza y se dispuso a hacer lo que Hoja le había pedido... aunque significase perder al único hijo que tendría jamás.

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