martes, 3 de mayo de 2011

Amistad

—¿Qué tal? ¿Tenéis un chicle? ¿Chocolate? ¿Pitillos?

—Joer, Mark... ¿eres incapaz de estar sin nada en la boca? —
dijo Peter.

Un coro de risas salió del grupo de adolescentes, tres chicos y dos chicas, mientras Mark se sentaba junto a ellos bajo el árbol.

—Es algo nervioso, ya sabes... ¿Tenéis algo o no?

Alguien le pasó una bolsa de pipas, que agradeció con un cabeceo y que se puso casi a devorar con ansia.

—¿Como te ha ido el examen de calculo?

—Como el culo, Pet, como el culo. Estoy deseando que se acaben los exámenes y mandarlo todo a la porra.


—¿Sigues pensando en largarte de viaje?

Mark asintió con un cabeceo.

—Claro que si... no me malinterpretes, pero quedarme aquí y estudiar veterinaria como me sugeristeis... no es lo mio. ¡Si me pasaría la mitad del tiempo intentando hincarle el diente a los pacientes, por dios!

Las risas volvieron a recorrer el grupo. Tanya, una de las chicas le dio un codazo a Mark.

—Al menos es mejor que lo de Pete... anoche volvió a perseguir gallinas... ¡y se le escaparon!

—¡Pero serás zorra!

—Si... —
Tanya rió más fuerte— y a mucha honra, chucho.

Peter se lanzó sobre Tanya y ambos rodaron sobre el césped, colina abajo, ante la mirada divertida de los demás.

—Acabarán liados... —dijo Sussanah— como en esas pelis, del amor al odio...

—Será al revés...

—Mismo da.


Mark se estiró, bostezando ampliamente.

—Entonces, ¿quedamos esta noche para una carrerita?

—Yo no... tengo examen mañana —se quejó Lucas—. Hace que no salgo a volar... ¡voy a oxidarme! Y encima solo puedo salir de noche... echo de menos el sol.

—Y yo... —dijo Sussanah mirando al sol por entre las ramas— pero también quiero ir al lago, a nadar.

—¿Y si vamos el fin de semana de excursión al lago? ¿Que me dices, lagartija?

—Por mi vale, micho. ¿Lucas?

—Joder, si. Tengo ganas de asustar unos cuantos bañistas. Duke, ¿vendrás?


El aludido se rascó una oreja, mirando a su hermano gemelo.

—Si a Mark le parece bien... a mi también...

—¡Decidido entonces!


Y de ese modo, aquel fin de semana en los alrededores del lago, algunos bañistas y excursionistas jurarían haber visto un cocodrilo gigante en el lago, un cuervo que se dedicaba a robar teléfonos móviles y reproductores de música, un coyote jugando con una zorra y dos enormes panteras, sesteando al sol.

Pero claro, eso son sólo imaginaciones suyas, ¿verdad?

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