El Guerrero Numero 13

Estamos a punto de entrar en el segundo milenio, la ciudad de Bagdad es la cuna de la civilización más ilustre. Allí vive el joven Ahmed Ibn Fahdlan, un hombre que disfruta de una posicón privilegiada y prominente gracias a su cultura. Pero sucumbe a su pasión, muy peligrosa políticamente, por una mujer. Por ello es nombrado emisario a una tierra lejana, aunque ésta es la fórmula oficial, porque en realidad se le podría llamar destierro. Enviado a una tierra lejana, lbn emprende el largo viaje en caravana junto con su maestro y criado Melchisidek, cuando un grupo de guerreros vikingos se cruza en su camino.


Para él, estos guerreros, son individuos realmente extraordinarios, aunque también le resultan toscos y zafios. No disimula su escepticismo cuando le describen a los misteriosos enemigos que asolan su tierra natal. Según los guerreros, estos seres surgen de la más hondas tinieblas de la noche, de entre medio de la niebla para acabar con todo ser humano que se le ponga por delante, para comerse los cadáveres más tarde, y la gente les tiene tanto miedo que rara vez se atreve a hablar de ellos en voz alta. lbn no está dispuesto a creer cuentos de este tipo. Pero un viejo adivino avisa al grupo: fracasarán en su lucha si no van acompañados por un decimotercer guerrero, uno que no sea noruego. Los nómadas eligen a lbn como su nuevo acompañante, y él marchará con sus nuevos compañeros a reconquistar la tierra que siempre les ha pertenecido y a destruir a ese mortífero enemigo.

Son liderados por el valeroso y grave Buliwyf, y forman un heterogeneo grupo en el que hay de todo. Cuando llegan en barco a Noruega, encuentran que el Rey Hrothgar, su esposa la Reina Weilew y su hijo el traidor Wigliff, no han sido capaces de derrotar al enemigo. A partir de ese momento Ibn entrará en un mundo desconocido en el que se encontrará cara a cara con el terrible enemigo que les acecha.

Esta película están basada en la novela DEVORADORES DE CADÁVERES de Michael Crichton, escrita en 1976, e inspirada en una crónica del siglo X de Ahmed Ibn Fahdlan, muy conocido como comentarista histórico, porque es uno de los pocos historiadores de la época que escribió relatos detallados sobre el pueblo vikingo. Su manuscrito demuestra que era un observador muy intuitivo. La información sobre Fahdlan se ha podido recopilar reuniendo diversos fragmentos del manuscrito, y a partir de las diversas traducciones.

Bagdad fue una de las cunas de la civilización. En aquel entonces, era sin duda el pueblo más cosmopolita de todos. Tenían un saber y unos conocimientos extraordinarios, eran ricos y hábiles comerciantes. De esta forma, absorbieron culturas muy diversas. Es fácil imaginar lo que sería, para un hombre perteneciente a una cultura tan refinada como esa, encontrar a unos gigantescos guerreros nórdicos que no sueltan las armas ni siquiera para dormir, que se ríen a mandíbula batiente, que tienen un extraordinario sentido del humor, pero también un notable primitivismo.

Los vikingos formaban un pueblo muy interesante. Eran valeroso, tenían un gran espíritu, un sentido del humor muy desarrollado y vivían según una filosofía de vida muy profunda.

John McTiernan demuestra de nuevo ser uno de los mejores directores de la actualidad. Y no en el sentido que en Europa se le da al término, donde está más relacionado con autor, sino con el sentido más americano de la palabra: alguien que domina a la perfección el lenguaje cinematográfico. El tono sombrío es la tónica dominante del film. Una cinta es la que los personajes, exceptuando el que interpreta Banderas, son seres primitivos, pero con claros rasgos definitorios. Pero además la fuerza que McTiernan sabe imprimir al film está totalmente de acuerdo con la épica precisa. Narra una historia en el que el elemento épico es básico para entenderlo todo.

Para mi es una película que todo friki (y fan del epicismo) debería ver. Increible la transformación de Ahmed, dejandole como un guerrero a caballo entre dos culturas sumamente diferentes. Y por supuesto, el poema que recitan los vikingos cuando se ven enfrentados a una muerte segura:

He aqui que veo a mi madre,
he aqui que veo a mi madre,
a mis hermanas y a mis hermanos,
he aqui que veo el linaje de mi pueblo
hasta sus principios...
y he aqui que me llaman,
me piden que ocupe mi lugar entre ellos
en los atrios de Vahalla
el lugar donde viven los valientes
para siempre...