Estaba yo charlando el otro dia con el Buen Hobbit, cuando empezamos sin saber muy bien a cuenta de qué a comentar las virtudes y defectos de la última película que habíamos visto: Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.
Comentando los porques de el hecho de que la película, pese a que tiene sus momentos, no me emociona como ninguna de las tres anteriores, me di cuenta de que no es tanto un problema de la pelicula como de nosotros, de los ojos con los que vemos la palícula.
No es que me esté refiriendo a lo cegatos que somos (yo llevo gafas y sin ellas todos sois bultos informes de colores), sino a que, de pequeños, veíamos series y peliculas con más inocencia, con más ansias de divertirnos y menos de criticar.
Retroceded conmigo en el tiempo un poco ¿quereis? Haced memoria, recordad la primera vez que visteis Parque Jurásico. Yo fui a verla al cine sin que nadie me la desrtipara (a dios gracias) y aún puedo recordad la sensación cuando aparece el braquiosaurus y el Doctor Granto lo señala y dice "Mira, es... es un dinosurio... ¡es un dinosaurio!"... Y vaya que lo era, recuerdo perfectamente la sensación de maravilla que sentí en ese momento.
¿seguis sin entender donde quiero ir a parar? Bien, retrocedamos aún más... Erais niños, muy pequeños, pero de seguro (al igual que yo) aún recordais ese remusguillo al ver aparecer el Destructor Estelar en las primeras imágenes de La Guerra de las Galaxias, con aquel ruido tan estremecedor.
Y es que, de niños, veíamos series que ahora las vemos y nos decimos "Dios mio, y a mi me gustabas ¿¿¿eso???". Y es que hemos perdido esa inocencia que te dá ir a ver una película por mera diversión, en vez de ir a criticarla, compararla con versiones anteriores, con el tebeo o libro en que esté basada...
Cuando fui a ver Iron Man (en medio de semana, eramos tres personas en el cine, que relax) no me hice ninguna idea preconcebida de la peli, no pensé en compararla con los tebeos ni nada parecido, fui a ver una peli y a pegarme un atracón de palomitas con caramelo... y me divertí un montón.
Y la próxima vez que vaya a ver una peli pienso entrar de nuevo en ese estado de formateo de comparativas y expectativas... y me voy a divertir.
Y vosotros... ¿preferis criticar o recuperar vuestros ojos de niño?
Comentando los porques de el hecho de que la película, pese a que tiene sus momentos, no me emociona como ninguna de las tres anteriores, me di cuenta de que no es tanto un problema de la pelicula como de nosotros, de los ojos con los que vemos la palícula.
No es que me esté refiriendo a lo cegatos que somos (yo llevo gafas y sin ellas todos sois bultos informes de colores), sino a que, de pequeños, veíamos series y peliculas con más inocencia, con más ansias de divertirnos y menos de criticar.
Retroceded conmigo en el tiempo un poco ¿quereis? Haced memoria, recordad la primera vez que visteis Parque Jurásico. Yo fui a verla al cine sin que nadie me la desrtipara (a dios gracias) y aún puedo recordad la sensación cuando aparece el braquiosaurus y el Doctor Granto lo señala y dice "Mira, es... es un dinosurio... ¡es un dinosaurio!"... Y vaya que lo era, recuerdo perfectamente la sensación de maravilla que sentí en ese momento.
¿seguis sin entender donde quiero ir a parar? Bien, retrocedamos aún más... Erais niños, muy pequeños, pero de seguro (al igual que yo) aún recordais ese remusguillo al ver aparecer el Destructor Estelar en las primeras imágenes de La Guerra de las Galaxias, con aquel ruido tan estremecedor.
Y es que, de niños, veíamos series que ahora las vemos y nos decimos "Dios mio, y a mi me gustabas ¿¿¿eso???". Y es que hemos perdido esa inocencia que te dá ir a ver una película por mera diversión, en vez de ir a criticarla, compararla con versiones anteriores, con el tebeo o libro en que esté basada...
Cuando fui a ver Iron Man (en medio de semana, eramos tres personas en el cine, que relax) no me hice ninguna idea preconcebida de la peli, no pensé en compararla con los tebeos ni nada parecido, fui a ver una peli y a pegarme un atracón de palomitas con caramelo... y me divertí un montón.
Y la próxima vez que vaya a ver una peli pienso entrar de nuevo en ese estado de formateo de comparativas y expectativas... y me voy a divertir.
Y vosotros... ¿preferis criticar o recuperar vuestros ojos de niño?
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